lunes, 7 de octubre de 2013

Salto al vacío

Alma, abre los ojos. Atrévete a mirar dónde estás: Un subterráneo donde no te encontrarás con sorpresas desagradables, porque lo peor es siempre esperado; un lugar donde la sangre hace barro. Tras cada esquina te esperan aberraciones deformes, sin alma, ansiosos por desgarrar tu jugosa carne.  Y cuanto más avances, más hambre tendrán. Hasta el infinito.

Atrévete a verlo de una vez. Solloza, hazte una pelota en el suelo apretando tus piernas contra ti y cierra los ojos con fuerza. Siente el mismo miedo que tiene quien se precipita hacia la tierra desde cientos de metros, sabiendo que morirá. Espera a que vengan.  Les oirás llegar. No tardarán en abrazarte con sus miembros malformados y podridos, tan fuerte que no podrás evitar explotar. Soporta su contacto y el dolor hasta que pase.

Cuando hayan acabado podrás descansar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario