miércoles, 4 de abril de 2012

Ayúdame a escapar

Maldita realidad que me encierra. Maldita sea esta extraña fuerza que me impide salir de ella para entrar en mis historias, para vivir otra vida en nuestros sueños, para conocer al dragón negro del que tanto me ha hablado. Que no sea en vano mi odio hacia las secuelas que ha dejado ese tiempo sin sentir, que ahora no me permiten ver más que lo que perciben mis sentidos terrenales. Que de la ira nazca la destrucción para lo que no me deja salir de la lógica y las leyes físicas, para ver mundos oníricos e imaginarios tan reales como esta maldita gravedad. Y si lo pienso no me falta verlos como algo real, eso lo hago. Sólo necesito poder saltar, poder pasar. Desaparecer aquí y vivir allí, durante unas horas, con mi Luna. Llevo meses intentándolo, ¿y qué he conseguido? A penas recordar alguna imagen borrosa de cada noche, sin verlo mío más que un dibujo creado por alguien al otro lado del mundo. Mucho más reales son las historias que cuenta de sus sueños. ¿Por qué siento más míos sus sueños que los que yo tengo? Cada vez lo entiendo menos. Cada vez vivo menos. ¿Y qué puedo hacer? Llevo mucho tiempo preguntándomelo, o al menos a mí me está pareciendo una eternidad. No tengo nada que hacer, al menos yo sólo. Quizá pueda ayudarme, como yo lo hice hace tiempo. Quizá pueda enseñarme a vivir dejando atrás el pasado, el suyo y el mío, aunque sea corto. Igual que hice yo. Por favor, que pueda.

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