lunes, 2 de abril de 2012

Noche

Nunca he creído en las musas. Hablo siguiendo mi visión:
La creación del ser humano nace en su propio alma, ¿acaso un ser sin cuerpo ni descripción va a ser la responsable de toda nuestra belleza? No. 
Es cierto que se presentan momentos en los que se echa de menos a ese inexistente ser que nos susurra al oído todas nuestras historias, momentos en los que no podemos hilar más de cuatro palabras sin que todo suene forzado. Yo estoy en uno de ellos. Todo ese poder, esa plenitud de la creación, hace semanas que ha desaparecido en mí. Le eché la culpa a una enfermedad, me relajé por eso. Ahora la enfermedad ha pasado, pero sigo igual. ¿Y qué hago ahora?, me pregunto. ¿Estoy en uno de esos bloqueos creativos por los que ya he pasado? No sería raro, pero... ¿Tan largo? ¿Tanto tiempo sin que una chispa provoque una llama? Las palabras... ni siquiera puedo terminar una frase. Esto es una maldita noche eterna.

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